martes, 11 de junio de 2013

Un martes a la noche



El estado gripal estando cerrada en casa llevo a que se me de por escribir algo (ya sabemos que muy bien no lo sé hacer).
Los libros siempre se apoderan de mí y Borges genera mi atención, cuando leí el Aleph  por primera vez era más joven (no tenía los veintiocho año que llevo encima). Me gusta cada tanto releer esos relatos, siempre considero que tengo un problema que me lleva a que vuelva a tocar esos escritos.
Hoy volviendo a su lectura me quedo con estas palabras “¿Existe el Aleph en lo íntimo de una piedra? ¿Lo he visto cuando vi todas las cosas y lo he olvidado? Nuestra mente es poderosa para el olvido, yo mismo estoy falseando y perdiendo, bajo la trágica erosión de los años, los rasgos de Beatriz.” Éste es un fragmento del final de ese texto y Beatriz Viterbo era una muchacha que murió luego de una imperiosa agonía.
Borges nos dio tanto y aún hoy en día nos demuestra esa pluma exquisita que poseía para la escritura. Siempre se lo puede llegar a idolatrar o fulminar y en ese amor/odio que se le tiene se le mezclan su forma difícil para algunos de escribir, que no se entienda lo que intenta decir y lógicamente, su forma de pensar en ciertos temas ajenos a los libros. “Nunca leía a Jorge Luis porque mucho de lo que piensa no lo comparto”. La forma de meditar en algunos temas no va con la escritura en sí, pero amigo hermano si eso te define a un escritor sin saber de su obra, perdón que lo diga, todo es un caso perdido.
Yo no poseo la verdad absoluta, siempre soy abierta a que cada uno  lea lo que se plazca, pero que lea. Nunca considere como una pérdida de tiempo agarrar un libro. Como mucho menos escribir, aunque me da vergüenza  lo hago bastante a menudo. Muchos escritos no salen a la luz.
Algunos esperan encontrar sus finales, otros a que los continué en su trama, son largos o cortos. Últimamente me estoy animando (de mala manera) a escribir algo más bien extenso que no entran en la lógica de un blog (no se aún cuál será su destino). De todo eso veremos lo que sale.
Hace poco las letras me llevaron a exponer lo que era ser fanático de algo, en ese caso de un equipo de fútbol (otra debilidad que padezco). Si pongo empeño esta semana lo tendremos en este habitáculo, esperando la aprobación de mi amiga Vicky (ella es tan buena que me dice que todo le encanta).
Una cosa lleva a la otra un buen libro, una excelente música de fondo y las ganas de soltar palabras. Eso es lo que intentamos hacer “soltar palabras”.
Ando con ganas de recomendar algunos autores.
Lo descubría hace un tiempo bastante largo y cada vez que tuve la oportunidad de ir a la Feria del Libro me he comprado alguno, se llama “Paul Auster” No es de aquí sino de Nueva Jersey, si sos vivo con el inglés podes leer los originales si no hay que aguantarse las traducciones (por cierto siempre son malas). De él hay muchísimo para pispiar (“Un hombre en la oscuridad”, “Invisible” y más)
Recomiendo como no puede ser de otra manera al flamante ganador como mejor libro elegido por la gente en la Feria del Libro: Alejandro, negro, Dolina. Un verdadero genio en la escritura de esta fabulosa novela que se llama “Cartas marcadas”. Si leíste algo escrito con anterioridad notarás que algunos personajes se meten en ese texto.
Me retiro con la tos y angina a otra parte. Pido disculpa desde este humilde espacio por tomarme el atrevimiento de recomendar ciertas cosas. Saludos. Buenas y santas noches.
Dejo buena música con U2.