En ese momento mi padre, Jean Louis, tenía un puesto de trabajo inmejorable en este país.
Mi madre no era Francesa pero si Madrileña, se llamaba Azucena. Ambos se conocieron en plena guerra civil española, allá por el año 1936.
Tengo dos hermanos menores Humbert y George. Ellos en este momento no se encuentran viviendo aquí, sino más bien en Francia. Cuando cumplieron la mayoría de edad se marcharon otra vez a nuestro país.
Yo en cambio-y no se por que- decidí quedarme en la Argentina. A no confundirse, no se trata de que esté terriblemente enamorado de este lugar, tal vez un poco; igual de todos modos aún no puedo definir que es lo que me atrapa para que me quede.
Hasta que cumplí los dieciocho años viví en mi casa paterna, luego un tiempo después pude alquilar un pequeño y modesto departamento sobre la calle Juncal. Un dato insignificante, lo se.
Tal vez la causa sea que ese lugar me trae recuerdo de mi familia.
Un año después de vivir en ese habitáculo falleció mi madre por un terrible cáncer. Al tiempo, mi padre inundado por el dolor de la pérdida, se fue con ella. Y así de esa manera con veinte años recién cumplidos me quede solo en este mundo tan cambiante, distinto todo el tiempo y hasta peligroso.
Estudie Sociología en la Universidad de Buenos Aires. Actualmente soy director de esa carrera en dicho lugar. En mi poder tengo cuatro libros de mi autoría publicados, grandes clases magistrales-eso dicen- y demasiados para mi gusto, reconocimientos.
Desde hace un tiempo vivo en plena soledad en un piso ubicado por Puerto Madero.
Aunque a decir verdad, nunca tuve conviviendo con una persona más de un año. Me aburro fácilmente, me gusta el silencio de la medianoche acompañado con un té en hebras traído de mi último viaje a Francia.
Tampoco me enamore de verdad hasta que apareció ella: Isabella, la mujer más deseada por todos los hombres de la facultad…Continuará.
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