jueves, 1 de noviembre de 2012

"“Andábamos sin buscarnos pero sabiendo que andábamos para encontrarnos.”


Me despierto. Allí estas, durmiendo todavía. Te miro y pienso todo el tiempo a cómo llegamos a este momento tan deseado por los dos, buscado, necesitado.
Dos cuerpos que se unen con fuerza, locura o algo que es imposible de calificar con palabra alguna. Solo somos dos seres, tal vez, que se quieren y sienten la crueldad de estar juntos.
Te vuelvo a admirar y registro tu sonrisa pícara acompañada de aquel rostro algo pálido con ese cuerpo lánguido, perfecto.  Aún seguís dormitando, yo en cambio ya no puedo recostarme. Mis emociones perduran a flor de piel.
Es una mañana de enero apasionada, con el frío en las afueras y el calor por dentro. París está más bello que ayer.
Pasa el tiempo y tus ojos me dicen un hola tímido que preguntan como estoy. Mi respuesta fue clara, precisa: Viva, volví a vivir. Me encantaría que compartamos el mismo estado.
No te alertes, se comparte todo el tiempo. Yo también me encuentro así, pleno.
Esa fueron tus palabras que lograron llenarme-por si algo me faltaba- de placer.
Nos reímos, besamos y soñamos que se puede aquello que tanto queríamos los dos.
El té espera por ser tomado y Francia por que se recorra, con sus calles colmadas de nieve.
De fondo suena tu voz, tu música, aquel disco que posee las más apreciadas canciones.
Todo parece normal o se intenta que sea así. Igual no importa ahora eso, solo basta saber que se produjo el encuentro, que por fin se unieron aquello cuerpos que yacían escondidos en algún lugar de esta hermosa ciudad.
“Andábamos sin buscarnos pero sabiendo que andábamos para encontrarnos"escribe Cortázar y como soles decir, esa frase es nuestro reflejo.

martes, 30 de octubre de 2012

Años de soledad

La noche inspira. Un buen té logra llegar a momento insuperables junto con la radio que suena de fondo y nos genera una risa- como Alejandro Dolina y su "La Venganza será Terrible".
Hoy fue uno de esos instantes, en donde en aquel programa se escucho un bello tema del genial Astor Piazzolla : "Años de Soledad".
Creo-desde este humilde habitáculo que no significa la verdad absoluta- que se debería saber aún más sobre este artista, conocer su música, interiorizarse sobre ella y tantas otras cosas.
Tal vez, es algo no importantes para muchos. Otros pensaran que resultará aburrido, sin conocerlo. ¿Y si intentamos saber de que se trata?.
Aquí traigo este bello tema, pero, interpretado por Julián Vat. (Otro que tengo la obligación de recomendar).
Presten sus oídos. Disfruten del momento y sueñen con lo que realmente deseen o simplemente sientan la soledad que se vislumbra por la madrugada.


lunes, 3 de septiembre de 2012

Sueños de un lunes en septiembre


Soñemos que hoy nos encontramos en éste lugar, que una canción Española suena de fondo y que la brisa del verano se impone en nuestros cuerpos.
Aquí esperamos por la primavera que no llega todavía, ojalá que no se demore en su viaje.
Y brindemos que hoy es siempre todavía, que nunca me gustaron las despedidas....

lunes, 27 de agosto de 2012

Sin saber las cartas ya están marcadas.


Estoy esperando que me traigan un café en Montmartre, Francia. Es agosto con calor, bastante. 
Estas temperaturas me hacen acordar a mi infancia, aquellas tardes de diciembre en la casa de los abuelos en Buenos Aires. El aroma del jardín con sus flores, la chocolatada fría de las cinco de la tarde, nosotros corriendo desde la pileta ante el primer grito de la nona “A tomar la lecheeee” y tantas cosas.
 A veces miro el camino andado y me parece casi inexplicable con la rapidez que suceden los hechos. Pareciese que solo se trataba de ayer cuando una niña lloraba con su delantal rosa para entrar al jardín o que se había puesto nerviosa por primera vez al encontrarse con el nene lindo del curso llamado “Marcos”.
Hay tantas diferencias con esa pequeña a como es ahora. Buenos Aires ya no está, ahora la protagonista es Francia. A Marcos lo perdimos hace algunos años atrás cuando decidió no venir conmigo y quedarse aquí.  No tenemos al chico lindo del curso pero si al más bello de París.
Pese a la tardanza por fin llega el café. El bar está repleto, se nota que todos hicimos lo mismo al salir de la oficina. Cuando estoy solitariamente sentada tomando algo por aquí me gusta observar a la gente detenidamente y tratar de descifrar en que andan; más bien lo tomo como un juego, me divierte.
A ver que tenemos....En la mesa de la derecha hay cuatro mujeres hablando, como es de costumbre, de hombres, más adelante esta una niña con su cabello lacio y dorado en compañía de sus abuelos, me siento identificada con esa imagen.
 Ahora en mi izquierda se encuentra un hombre intentado vender rosa de color rosa, al pobre nadie le compra. A tras de él hay una joven que no puede lograr impedir el dolor de sus ojos, ese llanto que aparece y un hombre que la consuela. No hay flores para ellos, solo hay mentiras que se dicen en las despedidas: “No era nuestro momento” “Te quiero” (Que no es lo mismo que el te amo) “no me gusta verte llorar así, perdóname”.“Ya encontrarás a la persona indicada que no soy yo precisamente” y tantas otras frases hechas que repetimos cuando terminamos una relación. Las relaciones y sus inicios o despedidas no tienen nacionalidad alguna, ni diferencia. Digamos que lo que se pronuncia -a veces más o menos, variando en la intensidad- es lo mismo.
Por más que nos parezca seductor para nosotros que nos hablen en francés, cuando se quiere finalizar el dolor no es variado.
La muchacha sigue llorando El joven-en vano- intenta consolarla. Piden la cuenta con el zumo de naranja casi sin tomar. 
Esa imagen me trae recuerdos de un mes de diciembre que yo viví hace algunos años allá por Argentina.
Recuerdo  que hacía demasiado calor, yo salí de la oficina temprano para encontrarme con Marcos. Ambos sabíamos de qué se trataba el asunto, tal vez por eso tratamos de aligerar el momento aunque eso se puede decir solo en las palabras por que el dolor sigue por días, quizás meses o años. En fin, así fue nuestra adiós. Un tanto insípido, aunque no creo.
Los jóvenes se levantaron y cada uno se fue por su lado; ella para la izquierda y el hacia la derecha.
Ahora comenzaran nuevos caminos, su destino puede que este en la esquina de la calle siguiente. Allí tal vez aparezca  la muchacha de sus sueños o el hombre que la complemente. Igual de eso nunca nos enteraremos.
En su reemplazo en la mesa que dejaron los ahora no novios se sienta una pareja con sonrisas en su rostro, alegrías.
 Al tiempo se acerca aquel niño con cara triste que vende flores. Él le compra a su amada una de las rosas, ella sonríe como una loca enamorada de quince sin dejar rastros de sus veinticinco años. Su mirada denota amor como si fuese un final de cualquier película romántica.
No tenemos idea de cómo terminarán, que pasará mañana, ni si surge una fuerte pelea y no vuelven a verse o si comen perdices por el resto de sus vidas.
 Tampoco existirá  información alguna de aquellos sentados en él mismo lugar hace apenas un rato, puede que se miren dando vuelta la manzana y que no hayan encontrado en la esquina a las personas para compartir el resto de su tiempo y así darse cuenta que están congeniados para estar juntos.
Nada se descifra a ciencia cierta qué pudiese llegar a suceder en medio segundo después. 
Nosotros no sabemos. Aunque las cartas ya están tiradas en la mesa y marcadas con nuestro destino.

domingo, 29 de abril de 2012

Cuando el amor se acabo.

¿Qué es el amor? ¿Tenes la respuesta en este instante, ahora? En ese momento no la tenía. Es complejo todo. Luego, me pregunto si lo amaba. En ese caso fue aún peor y un silencio se apoderó de mí.
-No digas nada, cuando existe éste espacio sin palabras significa que no.
-Pero, Emiliano…Yo te quiero decir….
-No. Mejor es el silencio.
Esa fue la última mañana que compartí con él.
Con Emiliano hacía exactamente cuatro años que estábamos juntos. Tanto tiempo que llevaron a que los últimos fueran pura costumbre, creo.
Pasar del amor a ese estado es algo raro. Todavía no se ni como llegué.
La pregunta que hoy me realizó a la mañana no era desubicada, a pesar de los cuatro años de noviazgo, el intuía que las cosas ya no funcionaban como antes.
Al otro día me invito a tomar un café, para saber como estaba,  preguntarme si algo podía realizar, si servía que el cambiara algo de su forma de ser, de sus defectos.
-Emiliano ese no es el punto, cuestión. Las cosas que me suceden tienen que ver conmigo no con vos. Si tuviera que hablar, diría que sos una persona increíble, buen compañero, con buen humor, si crees que eso suma puntos, para mi si, inteligente y demás cosas. Pero…
-Ya dejaste de amarme... ¿Te puedo preguntar algo?
-Lo que quieras…
-¿Cuándo fue el momento exacto en que dejaste de amarme? ¿Cuándo lo percibiste?
-Emiliano….esa es una pregunta compleja y no me gustaría responderla. No hay un instante preciso, las cosas suceden por que tiene que suceder. Llámalo como quieras, destino, o lo que sea. Simplemente se trata de que ninguno de los dos seamos los indicados para estar juntos. Aunque, yo se que seguro encontrarás una mujer que te ame.
En ese momento sentí que mi cuerpo se encontraba apoderado por un inmenso dolor, no veía la hora de poder terminar esa charla. No me gustaba pronunciar esas palabras, pero era la realidad, la verdad….que duele tanto….
-No necesito más explicaciones, se me pasará, lo prometo. Tal vez no sea tan pronto…pero estaré bien. Más allá de que este inundado por la tristeza, agradezco tu sinceridad. No esta bueno seguir atado a algo, tener esa ilusión, esperarla o creernos que llegará, cuando todos sabemos que eso nunca sucederá.
-Me debo retirar. Tal vez pase mañana por el departamento para traerme algunas cosas que quedaron allí, no muchas. Te devuelvo las llaves, no la necesito ya.Cualquier cosa estoy en mi departamente. Nos hablamos
Se fue y ahí quede yo, sola en el bar, disimulando mi llanto. Las lágrimas no eran por el dolor de no estar más con él, más bien, por que sentía que el sufría o que seguirá sufriendo y que ya no podía realizar nada por eso.
¿Qué es lo peor cuando el amor se acaba? Que se acabe, precisamente, solía decir Isamel en una canción.
Llegue al departamento por la noche, intente despejar la mente, me bañe y comencé a prepararme algo para cenar. La cocina sabía que me relajaba. Luego recordé que no me había fijado si tenía algún mensaje en el contestador, raro en mí, siempre suelo chequearlo ni bien entro. Eso denotaba que mi cabeza estaba enloquecida.
El primer mensaje era de Emiliano, para decirme la hora y lugar de donde nos encontraríamos. Nunca lo escuche, por eso me llamo al celular.
El otro mensaje tenía que ver con algo actual que me comenzaba a suceder…
“Hola, ¿Cómo estas? ¿Todo bien con la charla? Se que es doloroso, sabes que a mi me sucedió lo mismo. Si lo necesitas, nos podemos ver mañana antes que entre a la facultad. Tengo clase a las diez, pero de igual manera puedo hacerme tiempo para que desayunemos juntos”.
Esa es otra historia…el amor se acaba, lo dije antes, pero también aparecen cuestiones imprevistas, hombres inesperados. Jean-Claude era uno de esos hombres….
Él nunca fue la causa de mi separación con Emiliano, pero si ayudo a que me anime hablar….
Dolina suele decir que uno puede estar con muchas personas, tener relaciones, sexo y no existe problema alguno. Pero todo se complica cuando nos enamoramos...
Continuará.... 


domingo, 22 de abril de 2012

Buenas noches, soy Jean-Claude



Mi nombre es  Jean-Claude soy Francés. Viví allí hasta los catorce años, pero luego, lamentablemente, me tuve que trasladar con mi familia para la Argentina.
 En ese momento mi padre, Jean Louis, tenía un puesto de trabajo inmejorable en este país.
Mi madre no era Francesa pero si Madrileña, se llamaba Azucena. Ambos se conocieron en plena guerra civil española, allá por el año 1936.
 Tengo dos hermanos menores Humbert y George. Ellos en este momento no se encuentran viviendo aquí, sino más bien en Francia. Cuando cumplieron la mayoría de edad se marcharon otra vez a nuestro país.
 Yo en cambio-y no se por que- decidí quedarme en la Argentina. A no confundirse, no se trata de que esté terriblemente enamorado de este lugar, tal vez un poco; igual de todos modos aún no puedo definir que es lo que me atrapa para que me quede.
  Hasta que cumplí los dieciocho años viví en mi casa paterna, luego un tiempo después pude alquilar un pequeño y modesto departamento sobre la calle Juncal. Un dato insignificante, lo se.
 Tal vez la causa sea que ese lugar me trae recuerdo de mi familia.
 Un año después de vivir en ese habitáculo falleció mi madre por un terrible cáncer. Al tiempo, mi padre inundado por el dolor de la pérdida, se fue con ella. Y así de esa manera con veinte años recién cumplidos me quede solo en este mundo tan cambiante, distinto todo el tiempo y hasta peligroso.
Estudie Sociología en la Universidad de Buenos Aires. Actualmente soy director de esa carrera en dicho lugar. En mi poder tengo cuatro libros de mi autoría publicados, grandes clases magistrales-eso dicen- y demasiados para mi gusto, reconocimientos.
 Desde hace un tiempo vivo en plena soledad en un piso ubicado por Puerto Madero.
Aunque a decir verdad, nunca tuve conviviendo con una persona más de un año. Me aburro fácilmente, me gusta el silencio de la medianoche acompañado con  un  té en hebras  traído de mi último viaje  a Francia.
Tampoco me enamore de verdad hasta que apareció ella: Isabella, la mujer más deseada por todos los hombres de la facultad…Continuará.

lunes, 30 de enero de 2012

Para un lunes como hoy: Adele

Es sin duda una de las cantante y artista del momento. Suenan sus temas casi por todas las radios.
A decir verdad posee una increíble y admirable voz: con fuerza, refinada y por sobre todo casi perfecta o digamos mejor, perfecta.
Además de cantar canciones con letras-para mi- que soy bastante cómoda con este tipo-en un estilo no siempre de ánimo para arriba,aunque igual no son todas de la misma forma.
No se por que o si me siento altamente identificada con lo que canta.
Aquí les presento para los que no la conocen a: Adele
Justo para un día como hoy, gris y lluvioso. Disfruten, se los recomiendo.

miércoles, 25 de enero de 2012

Mi compañero perfecto.


A veces pienso que sería de mí si no tuviese mi café diario. Seguro que para muchos es meramente una tontería, algo insignificante, en cambio para mi no lo es. Podría definirlo como uno de los pocos momentos-por no decir el único- alegre mientras estoy en el insípido trabajo.
Hoy me levante con leve sueño que habitaba en mi cuerpo. Tal vez, es producto de una noche resumida de charlas con amigas acompaña lógicamente del líquido que antes mencione.
Aquellas reuniones donde se comenta de todo y de todos ¿o me dirán que no es así? Los hombres tienen la idea en su cabeza de que siempre se habla de ellos y que ese es nuestro único tema, lógicamente que se los nombra, llegando a millones de teorías- que en conclusión de nada sirven. ¿O a caso sirve de algo saber que la gran mayoría se comportan de la misma manera? Darse cuenta que todos en algún punto tienen actitudes infantiles sea la edad que sea o saber que una sigue esperando algo que no sucede. No siempre son estas cuestiones, nosotras tanto como el sexo opuesto tenemos virtudes y debilidades. En fin, es un tema demasiado trillado y largo para comentar.
Todo surge de un café, que creo-en mi caso personal- es mi compañero perfecto, por lo menos no se comporta infantil, no me engaña, yo no espero nada de él (me da lo justo y necesario) y me animaría a decir, que solo tiene virtudes.